martes, 26 de junio de 2012

HISTORIA II

Madame de Montespan   
   
Que fue maîtres se en titre.. Amante del rey Luis XIV de Francia…Pero por desgracia su Madrastra se negó a satisfacer la continuidad de una educación más extensa. Poco después entro como aprendiz de una oscura costurera. Y las amargas lágrimas le devoraban ya que no le gustaba nada, posiblemente por haber bajado en su posición social…El arte de la costura se volvió en un suplicio, ella estaba allí y malvivía. Ya que ella tenía ideas de aventuras…A los catorce años dice adiós a su patrona y viaja a Paris, con una cabeza llena de sueños dorados para encontrarse con su Padrastro. Ella realiza este viaje tan solo con un vestido blanco y un escudo de 6 libras. Ella estaba peinada con una especie de coco atado con dos arquillas de latón, Esto era similar y pudo ser confundida con una de las descendientes de la raza perdida de los bohemios…Pero que importa? Ella respira a pleno pulmón el caudal  de aires libertad, y ella tuvo un presentimiento de su futuro, que triplico su coraje y su voluntad..Ella fue colocada por su padrastro en calidad  de “Dame de comptoir”. Señorita del mostrador. En un comercio. Estaba a punto de caer de mal en peor, pero ella estaba en Paris. La gorda Normanda era el apelativo con la que la conocían, animaba la tienda con su alegría y sus buenas palabras. Ella entablo amistad con un excelente joven que le dio gratuitamente lecciones de aritmética, y le ayudo con su conocimiento en la medida de lo posible. Cuando su profesor ya no pudo enseñarle más, se encontró con que aun no había completado su enseñanza en el terreno de los números y del cálculo. Y para ella, estos cálculos y números misteriosos tenían una aplicación más allá del alcance de su mentor. Poco después, las doctrinas del célebre Gall  estaban en todo su vigor, y  despertó un gran  interés y curiosidad. Ella se procuro sus libros, y ella los hojeaba día y noche. Poco tiempo después ella se los sabía de memoria, pero las letras muertas no eran suficientes, ella necesitaba las explicaciones a cualquier precio de los mismos labios del maestro

        
Ella concibió el proyecto de ir a Londres donde el doctor residía. Pero el dinero le falta, y Mlle. Lenormand recurre a las probabilidades de las cifras, que ella conoce bien. Y llega a una conclusión aproximativa, ella jugo a la lotería y gana 1200 Fr... Con el número que eligió. Ella corre a Londres y Gall le acoge con toda suerte de miramientos y consideraciones. El la interroga y la examina los diversos protuberancias de su cráneo, sorprendido de por su lenguaje franco e ingenioso de esta joven, y maravillado por su disposición a las ciencias ocultas, de la nitidez y de la confianza de sus respuestas y sobre todo por la conformación peculiar de su cabeza. El la estimula a proseguir el camino comenzado, y le ofrece generosamente lecciones de Frenología, de chiromancie y de necromancia que ella acepta. El se apega a ella y le predice con entusiasmo que ella será la primera bruja o hechicera de Europa. El ser sirve del prestigio de su nombre para recomendar y la da a conocer en Londres. Con tal maestro, la fama de Mlle. Lenormand su fama crece un  ciento por uno. Ella no será más aquella niña pequeña aventurera, esa bohemia (gitana) que porta en ella un futuro incierto. El dinero llueve en su casa y las consultas están llenas, la pitonisa grave, austera, habla con autoridad, la burguesía y la nobleza, recogen sus palabras como un paro formidable del destino, y los mas a menudo el sonido de sus palabras tiene una realización pronta y extraordinaria. Su fortuna y su futuro son fijos. Así el doctor gall científicamente engendra a Mlle. Lenormand. En medio de su embriagador éxito, ella soñó con Francia y su familia. Y ella abandona Inglaterra, de forma precipitada a causa del remordimiento o añoranza universal. En 1789 Mlle. lenormand fue consultada en Londres por una joven persona de Alençon.  La adivina le respondió que ella no tardaría en pasar al continente. Ella tiene 18 años en 1790 cuando ella acepta en Paris la función de lectora de cartas, de un anciano, realista y ardiente, ((M. D´AMERVAL DE LA SAUSSOTTE)), que le inculca el amor a los borbones y que ella conserva hasta el fin.
Su morada final